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VOTO DE OBEDIENCIA 43 demonios en. el infierno mediante el ofrecimiento que haré a su Ma– j~stad de la pobreza de mi persona para padecer todo esto por su arnor. Y cuarta ; conservar siempre mi alma pura y limpia y ador– nada de gracia y virtudes, y abiertas las puertas de mi corazón pára que a cualquiera hora dél día o de la noche qué los pecadores le arro– jan de ·sí por el pecado pueda venir a descansar en mí como a su pro– pia casa, y casa de refugio y de recreo; pues nadie en este mund<;> se halla tan obligado ni tiene el deber que yo de acogerle y refu– giarle en mi pecho, én mi alma y en mi corazón como en seguro asilo y casa ele. refugio párá· defenderle de los ultrajes que le infieren constantemente los pecadores en el mundo y aun las almas consa– gradas a Él en las casas ele la religión, si no son lo que deben, sobr.e todo los_ blasfemos y profanadores de su Divina Persona Humanada en el Santísimo Sacramento del altar y los Sacerdotes que celebran la Santa Misa sin respeto ni decoro y en pecado mortal. En cuarto lugar, prometo ele hoy en adelante procurar no vivir en mí, ni para mí, sino únicamente para gloria Je Dios Trino y U no en unión de la Santí~ima Humanidad del Verbo y de su Divina Ma– dre, en cuya gloria cifro la mía. De aquí que renuncio hasta el deseo de la santidad, no queriendo ser más santa ele lo que Dios quiere y conviene a su gloria que lo sea. Lo propio digo del derecho que en virtud de mis buenas ob1:as pudiera tener algún ·día a los bienes de la gloria, cuyos bienes renuncio todos a favor de María Santísima; con María San,tísima a favor d~. la Santísima Humanidad de Jesús, y con Jesús (en cuanto Hombre, se entiende) y María a favor. de Dios Trino y U no, Padre, Hijo y Espíritu Santo, para que se em– pleen todos y sirvan únicamente a su gloria, quedándome yo con el ünico bien que deseo, cual es servirle, amarle, acrecentar su felici– dad y ·gloria lo sumo posible a una pura criatura miserable como yo, y nunca jamás ofenderles. Y para que esto tenga debido efecto y nunca se disminuya en mí esta pureza de amor a mi Dios, antes bien le ame siempre con amor creciente, procuraré tener presente los fa– vores singulares que he recibido de su bondad, cuyo recuerdo. no podrá menos de producir en mi alma un cariño enteramente filial ITINERARIO, MISTICO 5