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VOTO DE OBEDIENCIA prometo no comunicar eón nadie dentro ni fuera del convento, de palabra ni por escrito, fuera de los casos .señalados por mi Padre y en la forma que é_ste se digne enseñarme. Y en cuanto al uso de las cosas materiales, prometo también no usar de otra celda para mi habitación, de más alhajas en ella·, vesti– dos para mi abrigo ni alimentos para mi sustento, que los que mi Padre me permite y aun esto solo por ·obediencia sin desear, cuanto es de mi parte, otro bien que Dios y la Santísima Virgen, única herencia mía. Prometo asimismo procurar vivi~ siempre act_ua:da en la fe de la promesa hecha por la Santísima Virgen a mi alma, a saber: que todas las gracias necesarias para mi santificación y salvación eterna, que antes n1e comunicaba Dios directamente por sí mismo, en ade– lante me comunicará por conducto de mi Padre .Espiritual a~ quien asistirá con la especialidad que tantas veces me ha prometido para todo lo que se relaciona con mi dirección. En esta fe y confianza de hoy en adelante todas las gracias necesarias para mi santificación es– peraré firmemente recibir de Dios y de la Santísima Virgen por medio de n1i Padre Espiritual, incluso la consecución de mis ardien– tes deseos de ser .toda de Dios y de María Santísima, pues según . . . promesa de la Divina Señora, para ser toda de Dios me basta ser toda de la obediencia, quien me conducirá. directamente a Dios y me colocará en su seno para que lo posea y sea de El pose/da por toda la eternidad. .. En segundo lugar, con aprob_aci6n de la obediencia·, pron1eto en todo tiempo y lugar procurar vi'vir íntimamente unida a la Madre de Dios con _mi mirada fija en la Señbra, inspirándome en Ella para todo a la :vez que bajo Ja protección y amorosa mirada de la misma Divina Señora, de cuya presencia y compañía procuraré no apartarme jamá's. Y para que esto tenga debido efecto, en cuanto despiei:to a media noche, dirigiendo mi mirada a la Santísima Virgen, reiteraré mi en– trega total a la Señóra, consagraré a su honor todas mis obras y me haré la siguiente pregunta: Si fuera la Madre de Dios quien, tenien– do a su disposición este precioso dia para emplearlo en el servicio de Dios, debiera ejecutar en mi lugar todos los actos que ejecutaré