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CARTA II,· 21 JULIO 1910 35 sas; empero no por ser lo que dice,· sino por ser yo_ quien soy, y no· obstante tener' que elevarme hasta el mismo Dios, de quien me hallo alejada a distancias infinitas .. Y esto supone muchas oraciones, sacri– ficios, ·vigilancias y cuidados por parte de V. R. Mucha pacien– cia para oír mis simplezas con bondad de padre sin .extrañarse ; energía para reprenderme y obligarme a caminar por el camino trazado por Dios y librarme de las garras del lopo· infernal, que repe– tidas veces preten_derá devorarme ; gran interés por nii salvación, y una caridad más divina que humana (como ya le ·indiqué en mi últi– ma dirigida a V. R. en concepto de sierva a Bilbao) (1) para ser y. • contemplar sin disgusto ni escándalo la horrible figura de mi alma pecadora, agobiada bajo .el doble peso de beneficios y pecados (y tantos y tan enormes pecados) y librarme de este miserable estado, y colocarme en el que Dios quiere y tiene _determinado colocarme por medio. de V. R. Y co1110 todo esto ya lo tiene, porque el Señor se lo ha dado, a quien he rogado mucho (y a la Sa¡¡¡¡itísima Vir– gen también) que le dé un corazón de padre pero de un padre divino para que, animado de los mismos sentimientos de caridad hacia mí que lo está su Divina Majestad, me quiera como el mismo Dios, en El y con El, y en virtud de este amor se interese por mi bien y · haga conmigo todos .los oficios de un verdadero padre, no obstante ser lá que soy (que quiero me conozca bien) no tiene por qué retroce– der ni querer revocar su ofrecimiento, y Dios le pagará esta grande obra de caridad, cual solo El sabe y puede pagarle, y la ·santísima Virgen también. No lo dude. En la fe de que, ratificado su ofrecimiento, tit~ne ya a su cargo mi' alma y es el responsable ante Dios de la misma. de cuanto bueno o malo yo ejecutare con conocimiento y consentimiento de V. Rn pues yo así lo creo, yo plenamente convencida. de que es Dios quien le envía, como V. R. me indica y ~1 mismo Señor me asegura, le r~ibo, Padre mío, por mi Padre y Conductor, Maestro y Embajador de Dios Trino y U no, dé J esucrist9 Nuestro Redentor y de la Inmacula– da Virgen María con· la mismísima fe, gusto y rendimiento de mi (1) Como indicamos en la nota anterior, la última carta de la M. Angeles, dirigida a Bilbao, lleva la fecha de 18 de jun:o de 1910; •en ella le rogaba tuviera la bondad de manifestarle cu{mdo pensaba pasar por Valladolid, para ver si podían obtener, lo.s licencias para 'que confesara a "la Comunidad en .calidad d;e extraordinario. •• ·