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24 CORRESPONDENCIA DE LA M. ÁNGELES C.ON EL P. MARIANO peúa ! i Qué hou.or ! ¿ Quién me librará de este ser de pecado, de este enorme peso que me agobia, de e.ste oprobio que padezco, tengo siempre a mi vista y llevo conmigo a todas partes? ¿ Quién anulará mis crímenes, destruirá este conjunto de pecados y hará que desapa– rezca para siempre de mi vista esta mi infame existencia pasada, que tanto asco me da y tanto me repugna? Y pues no queréis Vos librar– me de este ser miserable y tan abominable a mis ojos, ni yo puedo desentenderme de él, dignaos mostrárselo a mi Padre para que lo vea, y viendo quien he sido y soy me ense11e a ser lo que debo ser, y quede yo libre de esta humár.tidad pecadora». ¿ Y me libraré yo, Padre? Ya no aspiro al estado de íntima unión con Dios que neciamente pretendía. l\'1e contento con una sincera conversión de mi alma a Dios, consistente en un traslado de muerte • a vida, del pecado a la gracia, en una nueva regeneración que, des– truyendo en absoluto y por completo mi .existencia pasada y actual, me deje como si acabara de salir de las manos de Dios constituída en hija suya e inhábil para todo lo que se relaciona con el pecado. ¿ :\Je concederá el Señor esta gracia? 4.-El 25· de septiembre se cumplirá la fecha del día de eterna memoria para mí en que hace dieciséis años Dios Nuestro Señor, por un efecto de su iµfinita bondad, dando glorioso fin a una larga época de frabajos y humillaciones, y humillaciones profundas, de parte del mismo Dios, colocó mi alma en un estado tan feliz que nada me quedó.que desear en este mundo (1). Al decirle yo por qué no me había ciado a conocer en el primer instante de mi ser este acto de bondad tan grande que tenía determinado realizar a mi favor para que nunca le hubiera ofendido, antes bien le hubiese servido siempre fidelísimamente y padecido por su amor trabajos mucho mayores ele· los que había padecido los cuatro años precedentes, me dijo el Se11or una frase que sólo su infinita mise.ricordia y bondad pudo dirigir a una tan miserable pecadora como yo, pero frase que guitó ele mí para siempre hasta el sentimiento de los pecados cometidos basta entonces. Luego habiéndome mandado su Majestad que le pidiera lo que quisiera, pues· deseaba mucho complacerme, y no hallándome yo (1) Se refiere a la entrega de Dios a su alma, que tuvo lugar el 25 de sep:... tiembn· de 1894, hermosamente descrita en el cap. X de la ilutobiografh. pú– ginas 108-11 J. · ·
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