BCCCAP00000000000000000000852
22 CORRESPONDENCIA DE LA M. ÁNGELES CON EL P. MARIANO Señor, todo bondad y misericordia para mí, me advirtió de su pro– cedimiento conmigo en orden a. no valerse más que de uno para diri– gir y santificar mi pob~e alrna, y, por consiguiente, que no le buscase ya más que en V. R., aunque sí asistiría en el Confesor para oír mis confesiones sacramentales, como vería por experiencia. Y así fué . .. Este aviso o advertencia de Dios Nuestro Señor, entre otras cosas relacionadas con la conducta que debía observar con V. R., me pro– dujo .un conocimiento íntimo de los procedimientos que el Señor ha seguido conmigo en el d.ecurso de mi vida, .de la primera ley que me intimó y único deber que me impuso desde que comencé a conocerle para conseguir el fin para que vine al mundo y cumplir con. mi destino, cual fué un aqsoluto abandono a su divina voluntad; .los bienes de que me privé y los daños que me acarreé por haber diferido hasta los dieci– séis años esta mi entrega y abandono a la voluntad de Dios ; del precepto que me impuso, apenas me dediqué al cumplimiento de su divina voluntad, de reconocer ésta en la voluntad de un Ministro suyo y de traducirme a éste con la misma fe y confianza que me traduzco. a Dios en mis íntimas comunicaciones con El ; los gravísimos daños que he ocasionado a mi alma, primero, por haber rehusado tener Dfrector espiritual por espacio de quince años ; y en los seis que hace que lo tengo, por no haberme portado como .Dios Nuestro Señor y Nuestra Madre Purísima me tienen mandado qué' me porte con quien hace sus veces conmigo sobre la tierra ( I). En vista de los daños que he ocasionado a mi alma con estas re– sistencias a la voluntad divina y mi mala conducta, y de los pecados tan graves que he cometido y miserias que el Señor ha permitido en mí en castigo de mis rebel.días y de haber frustrado sus designios divinos en mí, se llenó mi alma de amargura y comencé a sufrir mu– cho, si bien no perdí la paz y tranquilidad. Y como todas estas resis– tencias a la voluntad divina en lo referente a la dirección e íntima manifestación de mi. alma al mismo Dios en la persona de mi Padre espiritual miro yo como hijas de mi soberbia, que se halla como natu– ralizada en mí, y de la cortedad de genio y de mi modo de ser incli– nado a no tener confianza más que con D'ios, único que juzgo puede (1) El lugar eminente que en la espiritualidad de ];¡ Madre Angeles corres– ponde a la dirección espiritual lo hemos expuesto ya en un trabajo anterior. Cf. P. l\1ELCHOR DE PoBLADURA, Una Flor siempre'vi'va, p. 37-74·
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz