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CARTA IX, 30 SEPTIEMBRE 1910 III V. R. e i!'ldicándoles que también le pidiesen, pues hace tres días que me escribió nuestra M. Vicaria diciendo que la M. Abadesa de Santa Isabel. le preguntaba cuando vendría V. R. a Valladolid, pues estaba autorizado para confesar también a su comunidad en concepto de ex– traordinario. Nuestro Prelado, en cumpli'miento de las constituciones sinodales, exige que tengan cumplidos cuarenta· años a los que han de desempeñar el cargo de confesor ordinario o extraordinario de las Religiosas; pero tengo entendido que siendo Superior, Guardián o Provincial, no exige ni repara en si tiene o no cumplidos. los cuarenta años, según me dijo el P. Provincial de los· PP. Carmelitas de aquí de Valladolid y vi comprobado en el Superior actual, que .desde que le nombraron Superior de esta residencia le dierol'l licencias. para con– fesar a las MM. Carmelitas sin tener cumplidos los cuarenta años, lo que antes no. Creo que bastará esto para su tranquilidad ; que si no bastara, pondré en conocimiento del Prelado lo que me indica de los cuarenta años. Siempre que pedimos de extraordinario algún Padre de· la Orden y no indicamos el cargo que tienen o han desempeñado, en la autori– zación ponen con condición de• que tenga cumplidos cuarenta años; pero cuando indicamos que es Guadián o ha sido Provincial, como V. R., nos coriceden la autorización sin hacer ninguna advertencia ni poner ninguna condición. . · 2.-Como tiene que confesar a dos C0~1Unidades, convendrá que no venga a Valladolid de prisa y corriendo para un día o dos, sino que traiga las licencias necesarias para pasar aquí los días que sea nece– sario. A fin de no quitarle tiempó, y para que pueda atender a las demás Religiosas que tiene que confesar en ésta y en Sta. Isabel, le remit9 la confesión por escrito. Trabajo le costará leer, no solamente por lo mal que va escrito sino mucho más por lo que contiene. ¡ Cuánto le costará leer! Sí, n.o dudo :que mucho, pues tantas maldades no se pue– den ver con ojos enjutos y sin mucha amargura de corazón~ Bastante lo siento tener que darle este disgusto ; pero lo quiere Dios, es· ésta su voluntad y no puedo menos de cumplirla en esta ocasión. El le .pagará muy bien el sacrificio que haga en leer· tantos desórdenes e . iniquidades. Así lo espero, aunque yo nada .bueno merezco. 3.-Como el día lo ha. de pasar con nosotra!'i;. mientras esté en Valladolid, mi gusto será que cene y duerma en casa de D. Florián,

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