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CARTA VIII, 27 SEPTIEMBRE 1910. 109 pues de lo contrario no podré recordar tantos pecados como contiene mi confesión por escrito sin mucho trabajo (1). La absoluci6m me la dará cuando venga. Pida a Nuestro Seráfico Padr~ tenga la bondad de perdonar y recibir 1,1na vez más en los brazos de su paternal amor, bajo su patrocinio y ,dirección. a esta hija pródiga, a esta hija infiel que ha tenido la desgracia de abandonarle. Su indigna hija que le ama de todo corazón y ruega le bendiga con su paternal bendición, Sor Angeles. (1) Más bien que «Confesión general», este escrito ele la M. Angdes pudiera llamarse «Relación autobiográfica de los acontecimientos de su viclá espiritual desde su ,nacimiento (22 feb. 1873) hasta el 30 ele septiembre 1910)), Constaba de 126 púginas de tamaño comercial, ,escritas entre lí111eas con su letra: corrida y muy menuda ; era un estudio o. examen muy minucioso de su conciencia, y para aquilatar más y mejor la malicia y gravedad ele sus faltas, describía los favores con que el Señor ila había siempre distinguido, de suerte que éstos ocupaban la mayor parte de la narración. El fin que se propuso al rédactar por escrito esta «Confesión general» fué po111er a su Director en conocimiento pleno del estado de su conciencia, pues el temor de que no la conociera a fondo y, por lo mismo, pudiera engafi.arle, la torturaba cruelmente. Ella !<1 escribió para que el Director, hastiado de ,contemplar tanto mal como-según escribía-había cometido, na humi 0 liara y despreciara, etc. ; pero éste, leyéndola, tuvo la feliz idea de mandarle escribir su Aiitobiografia para que, no solamehte él, sino otras muchas almas alabaran a Dios en la s;mtidad de su sierva. El P. Mariano se la devolvió el 7 de enero de 1916 para facilitarle la cuenta ele conciencia a su nuevo· Director, y probablemente hacia ,el mes ele julio de dicho año la M. Angeles la arrojó al fuego. ·