BCCCAP00000000000000000000852
CARTA VII, 7 SEPTIEMBRE 1910 99 en todas partes. Para esto en el momento que vista la .voluntad de Dios me decida a ir a El a donde me llame,. procuraré .buscar reli~ giosas que hagan mis veces y le acompañen muy a su gusto y satis– facción donde yo le dejo y no puedo acompañarle, para vivir tran– quila en un solo lugar ; pues no siondo así, no puedo, por que Dios nie llama de todos los lugares en que ha estado y se halla en la ac– tualidad, y yo no puedo dejar de estar con El en todas partes ; cuan- . do estoy tranquila de conciencia, se ·entiende ; que si nó lo estoy, no sólo no. le acompaño, sino que' huyo y me alejo de ,El cuanto puedo. 6.-M uy contenta voy a mi Dios y me entrego a El para que dis– ponga di;; mí como quieí-a y sea su divina voluntad, pero me asalta un temor, un cuidado; y es que voy a perder de vista quién soy y relegar al olvido todas mis miserias y pecados ; y no quisiera, cuan– do menos hasta que venga V. R. a Valladolid, pues deseo ardiente– mente ponerle en pleno conocimiento del abismo de malicia y maldad que encierra mi alma, en cuyo conocimiento halla mi alma pecadora su consuelo, su tranquilidad, su seguridad 'de que va bien, su paz y su descanso. Y si me olvido, ¿ cómo lo haré? Soy tan distinta cuan– do me encuentro engolfada en Dios, de lo que me veo y soy cuando vivo reconcentrada en mi propio ser ; que ninguno que me vea en I)ios y me vea en 'mí pensará que soy la misma. Y como yo te¡igo un ansia suma de que V.· R. me vea en mí misma para que me co– nozca a fondo y se haga ·cargo de todos mis desórdenes y pecados y de lo malísima que soy, para que me conserve siempre humilde, como es su deber, y necesito. yo para poder agrndar al Señor '(pues por mí sola no podré, porque me olvido en absoluto y por completo de mí misma, si me abismo en Dios) siento verme obligada a entregar– me a Dios antes de realizar mi proyecto de hacer confesión general con V. R. la primera vez que venga a Valladolid, que supongo será pronto, o cuando termine yo los santos Ejercicios. ¿ Qué hacer, pues, para entregarme a mi Dios y abandonarme a su voluntad sin cuidado ninguno y con plena seguridad· de que nd por esto dejaré de realizar mi proyecto de confesarme enteramente con V. R,. y ver satisfechos mis ardientes deseos. de que me conozca a fondo en. lo que tengó de mío y lo malísima que soy? Dos .cosas me ocurren. Primera: pedir al Señor que no me deje perder de vista, o, cuando menos, me ponga delante de cuando en cuando mi alma
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz