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94 CORRESPONDENCIA DE LA M. ÁNGELES CON EL P. MARIANO septiembre y octµbre, y en unión de los nueve coros de los Angeles con Jesús (r). Hace cuatro años que no he respondido a este llamamiento o invi– tación, contentándome con dirigirme a los Santos Angeles durante este tiempo con más frecuencia que de costumbre.· Este año, al co– menzar a ·experimentar en mi alma estos impulsos o llamamientos divinos como de costumbre, determiné responder a ellos dedicándome al trato y comunicación de los Angeles tan pronto como llegase el mes de sepl:iembre; pues, habiéndome (entre otras cosas) insinuado Dios Padre su voluntad de que me valiese de los méritos, poder y asisten– cia de los Santos_ Angeles para d_estruir el imperio de satanás y esta– blecer el reino de Cristo en el mundo y de un modo especial en España, el día 6 de agosto rile pareció que estaba en deber de ha– cerlo así. 2.-El día r.º de septiembre en seguida que terminé de escribir mi última dirigida a V. R. (que hasta tanto no quise, porque me entre– tienen mucho), viéndome ya en posesión·· de la paz y tranquilidad que deseaba y necesitaba, pues hacía días que me faltaba, me fuí con ellos, con Jos Angeles digo, con quienes me va tan bien como siempre han procurado estos soberanos Espíritus que 7 me vaya en su santa y amable compañía. Mi ocupación principal, después de alabar, amar y servir y hacer la corte a Jesús en su estado de gloria en el cielo y de rendir a este divino Señor todos los homenajes de respeto y ~mor que me inspira mi acendrado cariño a los Santos Angeles por los beneficios dispensados a éstos, es obl_igar a estos soberanos Espíritus y procurar con ellos inclinar la misericordia divina y rendir al om– nipotente Dios a que destruya y haga qesaparecer del mundo, y de un modo especial de España, la masonería, el protestantismo, las herejías, el paganismo y todas las sectas falsas y contrarias a nues– tra religión católica (a lo que añadiré lo que V .. R. me indica de .los anarquistas y liberales, si todo no es una misma cosa) y con ellos el imperio' de satanás, y que en su lugar establezca el reinado de Jesu– cristo su Unigénito Hijo, nuestro Salvador, único Soberano de los Angeles y de los hombres; quitar _a Lucifer y sus secuaces cuantas almas pueda con mis pobrísimas oraciones, y el permiso y fuerzas (r) Acerca de sus relacio~es con los santos Angeles, puede leerse con fruto la Autobiografía, p. 188 y sigs.