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90 CORRESPONDENCIA DE LA M. ANGELES CON EL P. MARIANO mes de junio (me parece) de 1907 (1)1 cuyo período de tiempo y tris– tísimo estado de sufrimientos y pecados jamás podré recordar sin gran sentimiento y dolor de mi corazón ; no tanto por los trabajos padecidos en él, como por· los gravísimos pecados que he cometido. Así pago yo a mi Dios los favores que me dispensa.· 8.-Ahpra viene mi duda, intranquilidad y pregunta. De los es– tados de alma que acabo de indic~r me quedaron en hábito las luces, y de algunos la facultad o cierto poder de volver a ellos, ctiyós estados de alma, favores recibidos en ellos, y las especies de la visión de Dios y de Jesucristo en las diversas formas en que le vi y tuvo la bondad de mostrarse a mi alma (si es que era Dios) tengo siempre a la vista, y muchas veces Dios Nuestro Señor me ha invitado a que vaya a El de los distintos lugares en que se me manifiesta : peró yo no he querido, ni quiero, mejor dicho, no me atrevo a .responder'a su invitación, a c.ausa de mis muchos y gravísimos pecados, cuyo cono:. cimiento me retrae de su Divina Majestad y me impide responder a sus llamamientos. · · Como· tengo a la vista tantos bienes en Dios, que tan .bondadoso se muestra .a mi alma, y no disfruto de ellos, ni los utilizo cómo me parece pudiera a gloda de Dios si yo respondiera a sus llamamien- · tos, siento a veces una grande intranquilidad, que procuro yo hacer • desaparecer, con el co_nocimiento propio, de mi indignidad y mal es– tado de conciencia y de alma, y con un suplicar al Señor que me castigue y envíé grandes trabajos y humillaciones para satisfacer sus ofensas y purgar mis pecados y poner mi alma en estado de entre– garme a El ; y le digo que entonces empezaré a responder a sus desig– nios y a sus amorosas invitaciones de que me vaya a El. ¿ Ofenderé yo a Dios Nuestro Seño,r con esta conducta que ob– servo con El? Como soy tan pecadora e inutilizo todos los benefi– cios de Dios, y no solamente los inutilizo sino que me valgo de ellos para ofenderle gravísimamente', pienso yo que es un atrevimiento ir a Dios y recibir sus favores, y que es mejor retirarme, y emplear el tiempo en llorar mis pecados, que son muchos y muy ·graves, cuan– do menos por espacio de un año o dos, durante los cual.es quisiera (1) «Habiendo vivido tres años, poco má?, rebosando delicias espirituales, favorecida de Dios y de la Santísima Virgen, en el mes de junio de 1907, de repen– te, sin entender la razón, me vi privada de los divinos fayores, pobre, desolada y triste.l> Autobiografía, p. 324 ·