BCCCAP00000000000000000000852

·80 CORRESPO:'-IDEKCIA DE LA l\I. é\KGELES COK EL P. lvfl\RIAKO desocupe, que será a mediados de octubre poco más o menos. Entre tanto, pidá fuerte a Nuestro Señor a ver, Padre, si me. alcanza de su bondad por intercesión de la Santísima Virgen la gracia que so- licito. · 3.-Esperaré unos días a ver si mejora mi· enfermita, y determi– naré c>l día de mi entrada en l.os santos Ejercicios, y se lo diré. Mas antes quiero que me escriba V. R. Deseaba yo proponerle mis deseos de retirarme sola con Dios, como ·le dije, por espacio cuando menos de trei~ta y tres días. Caso que no me permitiera,. vein– te días, y si n'i és¡os podía ser, quince días completos, pues diez, once o doce paso todos los años; pero no me atreví, y por cuánto Dios Nuestro Señor se ha dignado inspirarle que me ordene retirarme cuan– do menos por espacio de quince días. Tantearé el ánimo de mis que– ridas religiosas, y si no encuentro mucha dificultad en ellas, emplearé en Ejercicios cuando menos veinte días, durante ios cuales no acostum– bran recurrir. a mí para nada, ni yo me dejo ve~ de ellas fuera de los actos de comunidad cubierta .con el velo, y ocupo el último lugar. Si le parece bien, deseo 111e dé permiso (durante los santos Ejer– cicios) para no tomar más alimento que el puré que acostumbro tomar por las noches. Caso· que no, para dejar siquiera el desayuno. En ctianto a penitencias públicas en. el refectorio acostumbro hacer todos· los días de Ejercicios; las que quiera que haga ocultamente haga la caridad de .decirme, pues yo tendré más gusto en hacer las que V. R. me señale que las que elijo por motu proprio; lo mismo digo de los ejercicios en que quiere que me emplee durante los mis– mos, si se siente inclinado a señalarme alguno ; pues esto no quita que yo me abandone y deje conducirme por la voluntad de mi Dios. en la forma que V. R. me indica, y que procuraré hacerlo yo lo mejor posible. 4.-Su carta me ha animado mucho. Plenamente convencida de la necesidad, utilidad y sobre todo de ser ésta la voluntad de mi Dios y del peligro que corro de hacer lo contrario, estoy resuelta a comu– nicarle todo el bien y el mal que ve9 en mí y a despreciar el terror y temores que el demonio me infunde para hacerme desistir de mi propósito de hacerlo así siempre que le escribo (después quedo muy tranquila y contenta de haber cumplido con mi deber) y a vencer la repugnancia que experimento, que es mucha, aunque no siempre.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz