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CARTA VI, I SEPTIEMBRE 1910 79 en el primer trienio inmediato a la cesación d<c su cargo ( 1). Esta noticia ha fomentado mis deseos de cesar en el cargo que malísima-. ~1ente he desempefiado y desempefio, pues aunque tiempo ha que deseo ·vivísimamente verme libre del carg·o de Abadesá, me contenía un poco el temor de que· las religiosas, en su empefio de honrarme fun– dado sobre falso cimiento, me con:fiara11: el cargo .de Vicaria o Maes– tra- de novicias, que aborrezco corí toda mi alma. Pero sabiendo que no pueden darme esos cargos, siento un ansia grande el~ dejar el cargq de Abadesa, para desaparecer de la Comunidad'; y 'dando un. eterno adi6s a las religiosas, irme con Dios, con la Santísima Vir- .gen y los Angeles adónde me lleven. 1 ;, Qué hacer, pues, ahora para lograr tanta dicha.? Ante todo, pedir a Dios Nuestro Sefior que me. conceda esta gracia tan singu– lar y que estimaré muchísimo; y V. R., Padre mío,· que conoce el valor de la quietud y tranquilidad que disfrutan los que viven exentos de cargos, debe también pedir al Sefior (pero con mucho fervor y muy de veras) que me deje• libre siquiera por espacio de tres afios, que bien poco és, prometiéndole en m.i .nombre que procuraré apro– vecharme bien y serle eternamente. muy agradecida. Hay en la Co– munidad religiosas muy buenas., muy .espirituales, muy observantes, muy de Dios, que pueden ser y serán, si se las elige, muy buenas Abadesas, y pasan de cuarenta afios y de quince y diez y siete de religión. No hay, pues, motivo'~ ninguno que obligue a quebrantar las leyes de la Orden y de la Iglesia, que prescriben renovar los car– gos cada tres afios; y sí hay mucJ:10s motivos que me mueven, indu- . cen y obligan a emplear todos los medios divinos y humanos que me . parecen bien para que cuando venga el Prelado se haga elección y· no reelección. Con que ya lo sabe. El día ·que estuvo aquí .el Prelado insistí con él para que viniera a hacer la elección en esta .semana para entrar en Ejercicios libre ya dél cargo y evitar el disgusto que me ocasiona el verme precisada a volver a él cuando termino los Ejer– cicios. Pero me dijo que no podía, porque tiene que hacer la visita pastoral de la diócesis,. en lo que empleará todo el mes de septiem– bre. Tiene que ir ,también a Astorga, pero que vendrá en cuanto se (1) Cf. Can., 505, y .los comentadores del mismo. El decreto de la S. Congre– gación fué publicado el 3 de junio ele 1910. Cf. JUAN B. FERRERES, Las Religiosas según la discipliirn vigente, +" ed., p. 472, Mitdrid, 1914.
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