BCCCAP00000000000000000000852
74 CORRESPONDENCIA DE LA M. ÁNGELES CON EL P. MARIANO .estuve sufriei;ido, y más por estar la Gomunidad en coro. Al día si– guiente me confesé de este tiempo perdido con él en la grada como de una verdadera falta, y le dije que sentía mucho que me dirigiese la palabra, porque no me. 'aprovechaba. Y el lunes 22, después de confesar, me dijo saliese al locutorio, donde me entregó unas estam– pas para repartir entre las religiosas. Me preguntó si tenía algún es– crito, en lo que insistió mucho, y le· contesté que no ; que no había· escrito nada de lo que él deseaba. «¿ Tan ~ala habías de ser?)), re– puso el Padre. A lo que respóndí yo: «Sí, así soy)). Y añadió el Padre: «Hace dos añós que vengo discurriendo para ver si puedo descifrar el fenómeno que veo en ti y no puedo desci– frarlo. ¿ Qué misterio es ese que veo en ti y yo no puedo descifrar? Explícamelo y. cuéntame con franqueza todo lo que te pasa y en qué motivos te fundas para desobedecerme de esta suerte. Pues sin co– nocer no puedo yo combatir y es una lástima que estemos siempre en un mismo estado, cuando debíamos estar ya ... >> Me hizo ,,varias reflexiones para hacerme hablar, y por fin, vencida de sus ruegos, después de un largo rato pasado en silencio, le dije : «Son muchos los motivos que me impiden poner en ejecución sus mandatos y ha– cerle sufrir de esta manera, y sufrir yo, pues me cuesta más el des– obedecer que el obedecr, en lo que encuentro mi descanso. r.º El que usted me indica, esto es: que no tengo las luces .necesarias para es– cribir y, por consiguiente, no puedo escribir. 2.º Que ofendo a Dios en elk1, porque todo lo que escribo lo fabrico yo en mi cabeza, es producto de mi entendimiento y no inspirado por Dios ; lo que hace que. experimente una tristeza y melancolía profunda en ese acto de escribi1', como si fuera un pecado gravísimo. 3. 0 Que. he aprendido, y creo con la firmeza que si fuera un misterio de fe, que mi vida ha sido y es una continua ficci6n y mentira, que todo lo que veo y entiendo es una sombra, un engaño, una ilusión ; que le tengo a usted completamente engañado ; que no me conoce ; que cree y pien– sa de mí lo que no es, y, por consiguiente, que me lleva por caminos distintos de los que Dios quiere, etc., etc., por mi soberbia)). Repuso el Padre: «Parece pientira que tú, dotada de tantas luces ... , vivas mettda en ese laberinto de confusiones y que no acabes de conven– certe de que todas esas ideas son argucias diabólicas, etc., etc.)) Le contesté yo : «Si tengo luces, tendré para otras, pues soy ignoran-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz