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LXXV 18 noviembre 1911. Gloria a Dios Uno y Trino. M. R. P. Mariano de Vega. León. Amadísimo y venerado Padre mío en Jesucristo: Después del respetuoso y filial saludo debido a V. R., espero a sus pies me ben– diga cün su santa y paternal bendición. Supongo en su poder la carta que le escribí el martes. Lo que me obliga molestarle hoy son ciertas intranquilidades que me ha moti-• vado la lectura del libro "Las religiosas según la disciplina vigente", que V. R. me recomendó y por cuya recomendación le doy un mi– llón de gracias, pues en ella he aprendido muchas cosas que ignora– ba y me he cerciorado de otras que dudaba. Dios se lo pague (1). Como me dice en su última que en mi penúltima le contaba his– torias, o sea, que estaba enterado de todas mis cosas e historias, · aprendí que se molestaba con mis simplezas e imprudencias que cometo con mi trato con V: R.; y me retraje y hasta parece que que– ría perder la libertad para darle cuenta de conciencia. Pero si no se la doy a. V. R., tendría que dársela· a otro, y esto me apena y hace temer a la vez. Me apena, porque me parece que hace una injuria al padre el hijo o la hija que en sus apuros y necesidades recurre a un extraño por consejo y remedio; y esto mi corazón, aunque tan frío e indiferente, no lo consiente, tratándose de un padre corno V. R. lo ha sido para mí. Y temo, porque yo no sé decir las cosas a (1) Era el libro del P. Juan Ferreres, S. J., varias veces editado:Las Religiosas, según la disciplina vigente. Los confesores, cuenta de concien– cia, etc. Com,cntarios canónico-rnorales.