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lla porque le contrapone su pequeñez y ruindad, ,de donde nace una sincera y dolorosa contrición. Crecen las ansias de verse absorbida por el Señor; pero no ignóra que el retardarse la, satisfacción plena de sus ardientes aspiraciones es debido a las pasadas infidelidades, y por esto sufre, gime, llora;·• Y estos profundos y continuados ge– midos agotan las energías físicas. · En este período el alma s1.¿fre un desamparo universal por p.arte de las criaturas; prueba o experimervta una especie de desilusión ante la ingratitud de algunas, a q1.denes habia distinguido con su afecto. La causa principal del dolor es la incapacidad de las mismas criaturas para satisfacer. las aspiraciones infinitas del alma. El Director espiritual contribuye .eficazmente a purificarla y va– ciarla de todo afecto terre,no-:-las más de las veces sin; dárse cuenta y acaso contra su voluntad'""";""; .parece ,tratarla con cíerta frialdad, dureza e. indiferencia, qUe .el alma interpreta co1J?,o prueba del. esta., do de ilusión en q1.ie vive y del. cual su Padre espiritual quiere li– brarlq. Cediendo a su des.ea de humillaciones, tarda en manifestar al Director los desagradables efectos que la conducta real o aparente de éste le causa; mM al fin, prefiriendo el bien y la paz. del espí'l;itn al deseo de humillaciones, se manifiesta, claramente con el Direc~or, y entonces ésté o cambia de conduela o explica satisfactoriamente su modo de prpceder. Son, asimismo, causa de sufrir y penar ciertas penosísimas ob.ediencias que el Director le impone, como los traba– jos escriturarios, los cuales, reclomiando. la atención de la mente, la privan del trato habitual y afectuoso con Dios mediante la contem– plación, a la que, por otra parte, se sietite irresistiblemente aJtraída. Y lo más d.oloroso y triste para el alnia es ver que s.1.¿ mismo Direc– tor. ensalza las ventajas de la vida contemplativa, y tal vez fustiga y .recrimina. d las almas que se entretienen en obras de celo o activi-, dad externa. . Con todo, el .alma soporta resignada y paciervte éstas y otras pruebas, por lo cual su DiviM Esposo no tarda en galardonarla con un nuevo grado de unión más. perfecto ·y fiivino que el presente, po– niendo tér·mino al período de expectación divina.