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' .Entre los guajiros no existe la poliandria, pero sí la poli- gamia, especialmente entre los indios ricos, porque tienen más recursos con que comprar mujeres y sostenerlas. Hay guajiros ricos que poseen hasta cuatro y aun más, las cuales viven or– ,dinariamente diseminadas en distintos ranchos, a usanza de los criollos, a fin de que pasen inadvertidos y disimulados es– tos vicios y liviandades. A veces las tienen todas en el mismo rancho, como los indios guaraúnos del Bajo Orinoco. Al enviudar el esposo, contrae nuevas nupcias, y así por varias veces, pero siempre comprando la mujer, aunque J.e cueste mucho, razón por la cual no se compadece en sus ru– das faenas cotidianas, alegando que la pagó bien cara. Da lástima ver al hombre en la más indolent e ociosidad, mien– tras la muj er tiene que cargar el agua de distancias conside– rables en enormes múcuras, caminando por calcinados are– nales y bajo los ardientes rayos de un sol tropical. Si debido al mal carácter, infidelidad, riñas· o malos tra– tos, los dos cónyuges llegan a separarse, el indio después de .darle a la mujer unos buenos mecatazos, la despide y la manda _para casa de sus padres, a quienes cobra la mitad del precio por el cual se la vendieron, quedándose la repudiada con todos los hijos habidos durante el matrimonio. Si arrepent ido el esposo vuelve por ella, los padres se la cobran nuevamente y más cara que antes, para que le sirva de •escarmiento y no torne a abandonarla. Las guajiras ricas, bien parecidas y dispuestas para las labores propias de su sexo, alardean de h aber sido compradas a precio muy elevado, señal, según ellas, de mucho valer, y miran con cierto desdén a las pobres y poco agraciadas, que fueron vendidas a bajo precio, señal de que valen poco. Hay guajiras pudientes que poseen ricos collares de tu– rnas, piedrecitas prehistóricas, pulidas y perforadas, de dife– rentes tamaños, formas y ce lares, verdes, rojas, amarillas, que ellas estiman de gran valor. La facilidad del tráfico entre la Guajira y la ciudad de Maracaibo, es ocasión para que algunas indias abandonen su - 76 -
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