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meros, moviendo los· cayucos a canalete y frecuentemente con palanca larga de madera, ganando la regata, naturalmente, los del cayuc,o que llega primero al punto prefijado y cele– brando la hazaña con gritos, silb.idos y estrepitosas carcajadas. Las competencias a nado. Los paraujanos se divierten igualmente con las competencias a nado. Para ello se colo– can dos, cuatr-o, seis en línea y comienzan a nadar a ver quien llega primero a un punto determinado, llevando la palma el que lo consiga.. Como nadan bien y .de muy distintas maneras, no hay peligro, al menos inminente, de que se ahogue ninguno. Las carreras de caballo. Es otra diversión de los guajiros, quienes gozan de bien merecida fama de buenos jinetes, y de les que se ha dicho nacen, viven y mueren montados, como de los guaraúnos del Bajo Orinoco se ha es,crito que nacen, viven y mueren en el agua. Para las carreras visten sus mejores "mantas" y adornan la cabeza con hermosos penachos; y así preparados y puestos en línea, empiezan la carrera de ca– ballos, los que llevan galanamente enjaezados con sillas, col-• chas y bridones de color. No hay para que decir lo mucho que gozan los especta– dores, mirando tan excelentes jinetes, que corren a todo ga– lope en sus brí~s,os caballos, denominados "aguilillas", si mal no recuerdo; péro mucho más gozan ellos, durante los inter– valos de las carreras y al terminar la fiesta, con los tragos de ron que beben y tajadas humeantes de carne asada que comen, a no ser que haya salido algún jinete con la cabeza rota, por haberlo tirado y arrastrado el caballo durante las carreras. El aluche, brazo a brazo y cuerpo a cuerpo, es otro de sus juegos corrientes, siendo sumamente hábiles y ligeros en echar la zancadilla al contricante, cayendo ya uno debajo, ya otro, dependiendo la victoria de la destreza de cada luchador, del buen afincamiento de los pies en el suelo y de la mejor ma– nera de asir .el cuerpo del compañero de pelea. 67

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