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incalculable, lleno de mucho sacrificio. ¿Quién ha sido su artifice? ¿Su promotor? Sí. Ese mismo fraile que ha celebrado sus bodas de plata sacerdotales. ¡Bonito, maravilloso y delicado regalo este que el P Cristino ha ofrecido a Dios en este día histórico de su vida sacerdotal! Claro que con este motivo se han celebrado varios actos, que a continuación vamos a detallar. A las diez de la mañana, en la iglesia parroquial, el reverendo P Cristino del Carpio, ofició la Santa Misa. Al lado de la Epístola tomó asiento el Excmo. Sr. Don Blas Tello Fernández- Caballero, subsecretario del Ministerio de la Vivienda. A las doce, en la nueva iglesia, estaban el subsecretario del Ministerio de la Vivienda, el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento, el Alcalde de Manzanares y distinguidas personalidades pro– vinciales y locales. Momentos después llegó el Excmo. Señor Obispo– Prior de las Órdenes Militares que, al descender de su automóvil, fue saludado por las mencionadas autoridades. Acto seguido, el señor Obispo pasó al templo "Divina Pastora", donde le dieron la bienvenida un grupo de niños y niñas ataviados con típicos trajes manchegos. Revestido de pontifical el Prelado subió a la tri– buna que se había instalado a la entrada de la iglesia, y en breves, pero emocionadas palabras se dirigió a la muchedumbre congregada, a quie– nes agradeció su presencia y el recibimiento de que había sido objeto y a continuación hizo resaltar la importancia y trascendencia del acto. Después comenzó la ceremonia de la bendición de la nueva iglesia. Y ter– minada ésta, el señor Obispo ofició la Santa Misa. Han sido padrinos de esta ceremonia el Excmo. Sr. don Blas Tello y su esposa Excma. Señora doña Manuela Mansilla de Tello ". (8) El P. Cristino consiguió de la familia "Pepa España "la cesión de una "era" y de las familias López de Pablo y Femández Pacheco otros terrenos colindantes, donde se construyeron viviendas y capi– lla. Desde la escritura de cesión (1957) hasta la inauguración (1964) fueron años donde el P, Cristino tuvo que "patear" la villa pidiendo a todos y por todos los rincones. (8) Siembra, 1976, julio-agosto, pp.4-6 por Elías Martín