BCCCAP00000000000000000000762

_El tiempo parece una rueda con movimiento contínuo. Todo llega, Ángel, amigo mío.-Así se expresaba Celestino, rebosando de alegría-. Mañana, si Dios quiere, me iré a El Pardo. A lo que Ángel replicó con tristeza: _ Tú, amigo mío, te vas a ese Colegio, jardín ameno de la Orden Capuchina, como te decía el R. P. Director en una de sus cartas; pero yo me quedo en medio de este mundo lleno de corrupción y de maldad. ¿Qué será de mí?. ¡Ay!. Si uno cualquiera tiene peligros sin cuento en el mundo y se halla casi siempre en la vera del pecado, a mí que, además de encontrarme rodeado por doquiera de esos peligros, se me hace cruda guerra, tanto más peligrosa, cuanto proviene de mi propia madre ¿qué he de hacer, digo, qué he de hacer yo?... Y tú ya te vas, y yo me quedo solo, puedo decir. Tú que me consolabas y a quien yo descubría mis penas, a quien descubría mis deseos y mi todo ¿ya te vas, y me dejas solo aquí?. _Mira, Ángel, ten ánimo, y el que hasta aquí te ha sostenido y ha sido tu apoyo, también lo será en adelante; y Ese, como tú bien sabes, no soy yo, sino que es el Señor, el Dios Omnipotente; así que no temas -155-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz