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Habiendo llegado Ángel, su madre le llamó a solas para leerle una carta de su hermano Jesús que se encontraba estudiando en Madrid. Nada mas terminar Dña. Remedios de leerla, dijo su hijo Ángel: _Madre, mi hermano la pide dinero, y yo le voy a a pedir otra cosa. Que, por el amor que tiene a mi hermano, me deje ser sacerdote. _Es que te quiero a tí más, porque eres menor que Jesús. _Entonces... si mi hermano quisiera ser cura ¿le dejarías?. _¡Claro!. Aunque fuera ahora mismo. _Luego usted ha dicho una cosa inexacta; y perdóneme que se lo diga. _¿Cuál es?. _Que quiere menos a Jesús que a mí. _Eso sí lo he dicho, y no es ninguna inexactitud, pues no te dejo marchar de mi lado por eso mismo que te amo más. _Qué mal entiende usted el amor.¡Madre mía!. Si usted me amara más que a mi hermano, no solamente no impediría ser yo Sacerdote, sino que ahora mismo me daría su bendición para serlo. Más ¡ay! . Usted confunde el amor con el cariño, usted no me ama... _Yo te amo como tu madre que soy... _Pero no me ama según manda Dios. El amor de usted es solamente natural. _¡Qué sea como quiera!. Pero no puedes negar que te quiero. _Pues lo niego, y por ello no se moleste. P '? _¿ or que .. _Porque es usted quien se quiere a sí misma y -131-