BCCCAP00000000000000000000762

_¡Bueno!, Celestino, y ¡qué!, ¿ya te contestó el Director de El Pardo?. -Preguntó frotándose las manos D. Antonino-. _¿Quién le ha dicho a usted que yo he escrito a El Pardo?. _¡Otra!. Pues si esto no lo sabe el cura ¿quién lo va a saber?. _¡Vaya! -replicó Ángel-. Como si eso fuera Teología o Derecho Canónico. _Pero dí -insistió el sacerdote-. ¿Ya has recibido contestación?. _Sí, Señor. Y me ha dicho que vaya cuando quiera, pero dentro de los meses de Julio y Agosto. _Y tú ¿cuándo te piensas marchar?. _Cuando mis padres lo determinen; mas supongo que será en Agosto. _y tú Ángel ¿no te vas con tu amigo?. _Deseos no me faltan -murmuró tristemente Ángel-, pero mi madre... Dígaselo usted a ella para ver qué contesta. _Dios cambiará el corazón de tu madre - compasivamente se expresó D. Antonino- y verás como te deja ir con Celestino. _No lo creo yo así Sr. Cura.-Contestó Ángel-. _y ¿qué debiera de hacer mi amigo en ese caso, D. Antonino?. -Ingenuamente interrogó Celestino-. _Tener paciencia y aguardar... Sí; hay que dar tiempo a estas cosas; porque sin estar los ánimos sosegados, no se puede pensar, ni discurrir nada útil. Cuando pase la primera borrasca, ya se apercibirá uno para la segunda; pues esta no le cogerá de sorpresa a Ángel. _¿Qué quiere decir usted con todo eso?. -127-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz