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Se fue con prisas a la montaña 485 El distanciamiento de un mes entre locución y locución parece que se convirtió en norma 11 , pues el 28 de noviembre de este mismo año escribfa Conchita a doña María Herrero de Gallardo: «Me dices que te diga cosas de la Virgen: ¿qué te voy a decir, si ahora no la veo? Sólo que hablo (con Ella) un vez al mes; en este mes, todavía no he hablado con Ella; mañana o pasado me hablará. » Doña María ha añadido una nota que dice: «Al día siguiente, 29 de noviembre, tuvo la locución que estaba esperando.» * * * La mejor información sobre esto de las locuciones en Garabandal se la debemos al tantas veces citado don Luis López Retenaga, prefecto de teólogos en el seminario de San Sebastián (Guipúzcoa). Copiamos de su tercer informe, concluido· en septiembre de este año (1963): «Camino de Garabandal, para suplir al párroco durante la Semana Santa última 12, ya en Santander, tuve conocimiento de rumores que corrían entre la gente acerca de nuevos fenómenos extraordinarios en Conchita y en Loli ... «Doña Julia González, madre de esta última, me ha hablado de cómo ya en marzo conversó con su hija sobre este nuevo fenómeno, que ella no sabía explicar. »Durante la Semana Santa, repetidas veces me hablaron de las "vi– siones internas" que parecían tener las niñas. Pude explorar por separa– do a Conchita y Loli, y llegué a la conclusión de que se trataba de "lo– cuciones", como luego se lo hice notar al Obispo de Santander, monseñor Beitia, en conversación tenida con él el 17 de abril. »Conchita me habló d_e que el nuevo fenómeno le había ocurrido ya varias veces. Al pedirle que se explicara más, me dijo: «Yo oí algo; bueno, oía sin oír". La cosa empezó en marzo, cuando ella estaba sufriendo por la ausencia de la Virgen desde el pasado enero; atosigada por las dudas de tantas personas, también ella empezó a flaquear ... , y un día, estando de rodillas en su casa, con no poca angustia, entendió que la Virgen le decía «sin hablar»: "No dudes de que mi Hijo hará un milagro". Su se– guridad desde entonces, respecto al milagro 13 , se evidencia en la paz inalterable de que ahora disfruta. Me confiesa que en esa misma ocasión oyó, "sin oír", otras cosas, para bien de su alma y de la de 0tros. »Los místicos nos hablan de sus dificultades para explicar el conte– nido de las altas comunicaciones espirituales que reciben de Dios ... En Conchita y Loli la cosa se complica por su pobreza de léxico. La cultura que poseen es muy escasa, hasta en lo religioso. T9davía en tiempo de 11 Veo ahora confirmado este parecer mío por lo que escribe Maximina en una carta del 7 de julio a doña Asunción Pifarré: «No sé si os he dicho que Conchita y Loli tienen locuciones; una cosa como si les hablara la Virgen, pero no la ven... Me dicen que cuando tienen estas locu– ciones sienten una alegria .muy grande. Me parece que la tienen una vez al mes.» 12 Aquel año cayó entre el 7 y el 14 de abril. 13 La carta ·que escribió Conchita al Rvdo. don F. Odriozola a primeros de mayo, y que aparece en el final del capítulo V de la segunda parte, concluye así: « Y también .estoy cierta de que el Milagro vendrá, porque la Virgen me lo ha dicho, y también la fecha del Milagro, y et contenido... Estoy tan cierta de que va a venir el Milagro como de que dos y dos son cuatro.»
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