BCCCAP00000000000000000000758
CAPÍTULO I 1963: UN A~O DE PARENTESIS Con la crisis que estalló en enero de ese año, y de la que hemos ha– blado en el capítulo final de la segunda parte, empieza el primero de los grandes paréntesis que ha tenido .la marcha desconcertante de este misterio de Garabandal. El curso de las apariciones se corta del todo, sin que las «niñas» se– pan la causa, sin que se les dé ninguna explicación, sin que haya siquiera unas palabras de despedida: «Ya hace una temporada que no tenemos aparición ... No sé cuándo volverá, porque Ella (la Virgen) no se des– pidió, ni nos dijo nada», escribía Conchita ::>or febrero a doña María Herrero de Gallardo. - Todo aquello que ha llenado al pueblo durante meses y meses -más de año y medio- queda así extrañamente truncado, con .sólo un algo no muy preciso flotanqo en el ambiente: la promesa y la esperanza de un gran milagro final. Nadie, por cierto, hubiera podido soñar con que «aquello» de Gara– bandal estuviese para durar indefinidamente; pero... ¡que acabara así! El largo e impresi9nante despliegue .de fenómenos no concordaba con tan pobre desenlact3:/ Y las dificultades se acumulaban; porque, si difícil resultaba entender lo que había pasado, no era menos difícil entender a qué había venido. · Largas semanas de total desconcierto Esta crisis de enero de 1963 dejaba cerrada lo que ya puede llamarse «primera fase de Garabandal»: fase ent:¡::añable e inolvidable, en que
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz