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440 dicho la Virgen que deben esperar y hacer sacrificios ... Por lo demás, hacen vida normal, cada una en su casa, y ayudan a sus madres 5 .» En la noche del día 5, don Valentín le había dicho a Loli que ya era muy tarde, que a lo mejor no tendría aparición; pero ella le contestó que las «lla– madas» eran inconfundibles, que la aparición vendría, y que por eso, aunque estaba medio dormida, no se quería ir a la cama. Así, pues, la penitencia de la espera, noche tras noche, no era en verdad pequeña, ni para las mismas niñas, ni para sus familiares y acompañantes. Evidentemente, los admirables fenómenos de Garabandal no se daban como un gratuito entretenimiento... En las notas de don Valentín, apa– recen e stas líne;:i.s (día 24 de septiembre, lunes): «Las niñas llevan una vida -de verdadero sacrificio. La madre de Con– chita me dijo que su hija ya dormía mejor en una silla que en la cama; y es que se pasa las noches sentada, esperando la aparición, como todos nosotros. Ella duerme apoyando la cabeza en la pared. Y al día siguiente, marcha sin falta al trabajo. La.s cuatro niñas tr abajan: friegan, limpian,· van al río a lavar; en todo como las demás. Por eso, en los días de trabajo se !as ve muy poco; pero los domingos juegan por la calle como las otras chicas del pueblo. A pesar de lo poco que duermen y descansan, se las ve fuertes y hermosas .. .» * * * Dentro de la «normalidad» maravillosa que alcanzó a todos estos días de septiembre, hubo algunas jornadas que tuvieron su nota peculiar. Así, por ejemplo, la noche del 5 al 6, miércoles-jueves. Había mucha gente: de Barcelona, Madrid, Bilbao, Santander, Sevilla... ; pero quizá la persona especialmente invitada por el cielo era una inglesa protestante (anglicana), que ya había estado allí otra vez. Asistía al éxtasis que Loli tuvo en su casa, y de pronto la niña, de modo muy señalado, le dio varias veces a besar la cruz, y una de las veces se la dejó aplicada a los labios durante bastante tiempo... «Bárbara -dicen las notas de don Valentín– estaba pálida, emocionadísimá.; al terminar el éxtasis, hablé con ella: estaba segura de que toc::lo aquello era obra de la Virgen, y estaba ya dispuesta a hacerse católica.» También Conchita aquella noche, cuando pasó en éxtasis al lado de la inglesa, se paró muy significativamente y le dio a besar la cruz. En la noche del 7 al 8, sólo Loli tuvo aparición, de madrugada, hacia las 3,45; durante el éxtasis se le oyó decir, entre otras cosas: ¿Es ya el día de la Virgen de la Salud? .. , ¿Que es tu Santo? El pueblo de Puentenansa tiene una capilla dedicada a María con ese título de Virgen de la Salud, y su fiesta, como la de tantos otros títulos y advocaciones marianas, es precisamente el día 8 de septiembre, día de la Natividad de Nuestra Señora. Cuando acababa ese éxtasis de Loli, «nos encontramos -se lee en las notas de don Valentín- con Jacinta y sus hermanos, que iban ya para la ermita de la Virgen de la Luz, que está a seis horas de camino por vere- ' El Cielo no convoca nunca a los que .estamos en la tierra -tiempo de merecer– para una vida de fácil comodidad.

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