BCCCAP00000000000000000000753
88 FR. EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA desquiciada: a disgusto yo, y causando disgusto a los d,emá:s... ¿Por qué, ¡por qué Dios había hecho así las cosas? nAhora ,ya lo voy comprendiendo.n -Escúchame, Josefina: nCierto día, mientras recorren en automóvil las interminables calles de Buenos Aires, brota una muy seria conversación entre don Fernando Adalid y su sobrina Marta Blumen, según nos cuen– ta en Oro Hugo W,ast. Es don Fernando un magnífico ejemplar de caballero cristiano ; pero su sobriJ:ia, demasiado rica y libre, junta a una rara belleza una gran frivolidad y desenvoltura. A la sazón siente ella muy a lo vivo el estúpido y casi crim~nal vacío de su vida, y se desahoga con su tío: tiene todo lo que quiere, y no conoce lo que es estar satisfecha de v,eras... ; ¿ por qué? ¿ por qué esto ? -Te lo diré-replica con suave afecto su tío-. Tu alma está vacía, porque es profunda ... Lo he conocido en tu impaciencia, en tu desorientación, en tu cansancio. Eres como una golondrina sobre el mar: no hallas donde posarte. nSi gustases todos los placeres dd mundo, no te saciarían, porque tu alma es de una capacidad infinita, y todas las cosas de la tierra son limitadas. Y ésta es una misericordia que te ha hecho el que ha fijado la profundidad de los mares y de las almas. -¿ Por qué precisamente una misericordia ?-inquiere casi con saña la sobrina. -Porque si estas cosas de la tierra te llenasen, encontrarías tu satisfacción en las bajezas en que vives, y no buscarías nunca nada más excelente.,, Josefina, que escuchaba con muy viva atención reflejada en sus grandes ojos oscuros, desahogó su complacencia diciendo apa– gad.amente: «¡ Qué hermoso ... y qué exacto !Ji -Sí-continuó el P. Fidel-; muy hermoso y muy exacto. Pero ya muchos siglos antes que el gran novelista argentino, había ex:,presado de manera feliz Ia más honda ve!'dad sobre nuestra vida un hombre que tenía sobrados motivos para saber mucho de ella. Este hombre se llamaba Aurelio Agustín de Ta– gaste. Puesto a escribir las ,experiencias de sus años desde la altura de una todavía lozana madurez, ya en la primera página
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz