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572 FR. EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA III Al P. Fidel le sentaron estupendamente las parciales vaca– óones que acababan de imponerle. El ritmo de trabajo sostenido duranite meses y meses r,esultaba en verdad agotador, y difícil– mente hubiese podido mantenerlo durante mucho tiempo. Qui– tada ahora la quincenal tarea del periódico, en la que casi todo tenía que hacerlo él-desde escribir muchas cosas y corregir a fondo las demás, hasta la revisión de las pruebas de imprenta-, le quedaba aún suficiente materia para entretenerse: las clases, la dirección ,(ef.ectirv:a y a conciencia) de la V. O. T., con sus dos Secciones Juveniles, con sus Cordígeros, con la necesidad d:e continuas iniciativas, con la monotonía tan necesaria de las re– uniones o drculos de estudio ... Quedaba también e} recibir no pocas consultas o expansiones de sus mucha,chos de uno 'Y otro sexo ... Poco después de aquellos .agitados días de Pascua, fué a vi– sitarle Francisco Campo. Era una tarde de sábado, en que las oficinas no trabajaban. Pasaron los dos a la huerta conventual, llena de silencio a tales horas. • La primavera había desplegado ya todas sus ,galas por los muchos árboles frutales ,que bordeaban los caminos. Ciruelos, perales, cerezos y manzanos mostraban profusamente la gracia de sus diminutas flores, que, según la distinta clase de árboles, se encontraban también en distinta .fase de su corta vida ; hasta las parras sostenidas por arcos de cemento sobre diversos paseos se esponjaban ya con ,el verde inocente de las hojas nuevas. T ambi.én los pajarillos estaban en sus días más felices. Re– voloteaban y chillaban sobre el silencio luminoso de la huerta... ¿ Cómo no habían de estar alegres? Sus nidos los tenían seguros por allí, al alcance de un vuelo, seguros y acabados desde hada bastantes semanas-«marzo, nidarzo», decían los campesinos leo– neses~; ahora las hembras se entregaban a la creadora tarea de incubar-c<abril, hueveril»-y todos soñaban con los próxi– mos días radianfos-ccmayo, pajarayo»-en que sus crías abri– rían picos 'Y alas al pálpito de la vida nueva.

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