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TEMPORAS DE PRIMAVERA 557 viesen amparándolo Desconocía qué influyentes señores forma– ban 1 la Junta Directiv:a de <<La Buena Sociedad», per:o sabía que en sus bailes no ,faltaban abusos {esto, aparte de la hostilidad que el periódico mantenía, por principio, contra todo baile de tipo «,agar.rado>J); sabía que allí. entre la .g:ente •<bien», y por lo mismo, más obligada a dar ejemplo, se iban introduciendo des– envolturas cada <Vez mayores (que luego se extendían a otros círculos de menos pretensiones sociales) ; sabía que bastante gente de «La Buer:a Sociedad,> interpretaba sus propias cam– pañas contra los bailes, como si rÚJnicamente afodi,era ,a los bailo– teos de la gente menos <<,educada», en ambiente y salones de suburbio ; y sabía, además, que ,entre honradas personas del sector social modesto se comentaba a veces: «Y,a ,que tanto echan contra las diversiones inmoral.es , ¿ por qué no se meten con las fiestas de «La Buena Sociedad»? ,¡ Claro ! Como se trata de los ricos... ; par,a ellos todo está bien.>> Por todo esto decidió ,«Avanzadilla» pegar c-.1atro ,gritos con– tra los satisfechos burgueses que no querían entender, y se em– peñaban en confondir el buen ,tono moral con el buen tono social, oomo si la «distinción» y otras zarandañas alejasen de la_s fiestas o diversiones hasta la posibiEdad misma ,del pecado. El título ,que se eligió para rotular aquellos cuatro gritos fué desde luego tremendo: ce En León hay una .feria de ,esclavas.» Pero no se lo inventó ((Avanzadilla»; lo proporcionó sin querer un :muchacho, cuy2. familia figuraba. también en ((La Buena So– ciedad». Hablando cierto día en un corrillo acerca d.e sus bailes, el muchacho comentó: ((Las chicas siempre abundan más; bas– tantes van en un plan r,egularcillo ... , porque tratan de «cazarn a al,guien, como sea. A ve~ces. da la impresión de estar ,allí como en una .fieria de esclavas: ellas se exhiben y esperan, a v.er si sale algún buen comprador.>> Al coronel don Jenaro Garra Peñuela y a los demás honora– bies caballeros de ~a Junta les sentó como un bofetón afrentoso que su ((distinguido» círculo recreativo, instalado elegantemente en el centro de la dudad, fuese públicamente comparado con una f.eria o me:maa,o de esdav,as. La tarde misma del Domingo de Ramos ,empezaron a moverse, agitados de la mayor indi,g– nación ... Hubo llamadas telefónicas, visitas, reuniones, confe-