BCCCAP00000000000000000000753

TEMPORAS DE PRIMAVERA 137 estar presentes unos cuantos jóvenes, y como me simpatfaa mu– cho Sán Francisco {a quien, además, nos acaban de dar ipor Pa– trono de nuestra profesión), me ,entraron ciertas gianas de acer– carme ,a ver de qué se trataba. Por un amigo que conoce a algu– nos de los que vienen aquí me puse en relación con ellos : me dijewn cuándo iban ,a tener una reunión, me decidí, y vine a probar... Quier,o ser1le franco: estoy conqufatado sólo a medí,as. Digo ,«a ,medias», porque no creo que p 1 neda ya entusiasmarme de golpe. -Pues ¿ qué te ha pasado, hombre? ¿ Has madurado dema– siado pronto a fuerza de desengaños, o es cosa ,de temperamento ? -Me ;parece que ha sido cosa de desengaños ... He estado en algunos centros de Acción Católica, conozco otros, y mi expe– rienda no es muy ,alentadora. Creo muy difícil dar con mucha– chos que vivan a fondo la vida cristiana y se~n además de AC– CION. Al,gunos he conocido; pero son demasiado pocos. Crear un nuevo Centro no es lo más difícil (aunque también en esto he conocido ,e,l fracaso en una parroqui,a bi,en lucida de León) ; lo verdaderamente dMicultoso es hacer ,que funcione bien y que ... haga algo. Los jóvenes parece que no piensan nada más que en ganar dinero y divertirse, porque ,«bastantes dificultades tiene ya la vida». La ;piedad les cuesta mucho; de sacrificios volunta– rios no entienden, y encima suelen carecer de valentía ¡para dar la cara, para dejar de ser como casi todos. -Te ,encuentro algo pesimista. --Pesimista, no; se lo ,aseguro. P,ero ya estoy de vuelta de fáóles entusiasmos. Usted sabe que existen en Le6n varios cen~ tros juv,eniles católicos, en parroquias y en casas reli~osas: ¿ Us– ted puede decirme qué es lo que hacen, si se nota verdadera– mente su activa presencia en la vida ,reli,giog¡a de la ciudad? ~Ho,mbre, es que ,estarán aún comenzando, formándose sus miembros, qué se yo... -Sí ; bien está pensar siempre con caridad ; ,pero no con– viene engañarse. Algunos de esos centros tienen y,a bastantes años d,e existencia; por tiempo, han tenido más que de sobra ,par,a formar varias ¡promociones de muchachos ejemplares y ac– tivos: yo no los encuentro por ninguna ¡parte. No sé si la cosa se debe a que no hay grandes aspiraciones o a que de hecho no

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz