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134 FR. EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA Ellos, además, estaban más obligados, por tratar de seguir la espiritualidad foanciscana, ya que el don de piedad había sido tan característico del Santo de Asís, había logrado en él tan insólito desarrollo, que se manifestó en las formas más conmo– vedoras: llegó a yer el mundo como cela gran casa del Padre», inundada toda ella de su presencia y su ternura, y así andaba él por los campos, repleto de seráfica alegría, libr,e y feliz como las aves, saludando con -el nombre de cchermanos» a todos los seres: al I"esp}andeciente sol y al oscuro gusanillo, al manso cordero y al lobo rapaz... Todos eran creaturas de Dios, y a todos alcanzaba la ternura del Padre común. -Queridos jóvenes: Este rprograma de vida en Cristo, tra– zado por su apóstol Pablo, obliga en todo tiempo, según os dije antes; pero sus ensefianzas deben ser recordadas con más auto– ridad y fuerza, cccon todo imperio», en esta coyuntura del estío, que parece venir invitando a una general relajación. Ahora es cuando cobra más vigol" un estilo de vida 1 ccenemigo de la Cruz de Cristo,,. La impiedad, o falta de piedad, parece Justificarse con la necesidad de vacaciones y descanso ; las ccapetencias mundanas,, ·encuentran muy diversos pretextos para exigir sa– tiefacciones, y florecen en fiestas, bailes, desnudeces, ccvida de sociedad», etc... ceSe ha manifestado la salvadora gracia de Dios... enseñándo– nos a renunciar a la impiedad y a las apetencias mundanas... )> No lo olvidéis. La lucha será dura, porque no puede ser fácil vivir sobria, justa y rpiadosamente. cuando son tantos los que viv,en al revés. La lucha será dura, porque el enemigo no está sólo fuera ; habréis de renunciar a bastantes cosas .que os ape– tecen por lo menos tanto como a los demás, pues no estáis hechos de piedra, ni cela ley de la carne» se ha extinguido en vuestros miembros... Y encima de lo costoso de vuestras renun– cias. tendréis que sentir 1as risitas estúpidas y los hirientes comen– tarios .de los miserables vencidos por la carne y por el mundo, que tratarán de compensar su bajeza rebajando a fos que no son tan sapos como ellos. ,,Pero no hay que acobardarse ante nada, amigos míos. Je– sucristo se entregó de Heno por vosotros : a1go habéis de pasar vosotros por El. Además, según indica fl Apóstol, hemos de