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T¡EMPORAS DE PRIMAVERA 123 su nacimiento)) (Luc. I, 14). Y la lg,1es,ia pide al Señor, en la ora– cinó litúrgica de la f.estivida,d, ,que conceda a su pueblo cristiano <da gracia de los gozos espirituales, al mismo ,tiempo que dirige la mente de todos :los fieles por el oamino de la eterna salud». A causa de ,estas incitaciones sagr.adas a 1a alegrfa, hasta los mi,smos frailes del oonvento de Sa:n Francisco se congr,egab:an en la huerta después de 1a cena del día 23 de junio. y formando círculo alrededor de una gran hoguera que habí:a sido preparada al.egr,emente por los coristas, cantaban con gozosa solemnidad gregor.iana el Cántico de Zacarías: «Benedictus Dominus Deus Israel...: Bendito sea el Señor Dios de Israel...>> En :la Hne,a de una ,celebración Hnra, limpiamente gozosa, cristiana y muy tradicional, ,estaban los «Saniuanines)) de los niños leoneses: 1a colo.cación de pequeños altares en honor del santo por casi todas 1as calles y plazas de rla ciudad. Luego, los del benemérito ,gru,po de ,«Tradiciones 1eonesasll iban recorriendo los numerosos altarcitos, ,para dictaminar cuáles eran mereoedores de los premios s.eña,Jados. Había ciertamente muchas cosas sim– páticas en las fiestas de San Juan de León.• Pero no todos sabían celebrarlas con decoro ,cristiano. Mu– chos, burdos y sensuales para todas las cosas, hadan consistiir la alegría en comilonas intemperantes, en borracheras, en bai– loteos... Con ambiente propicio, el sentido pagano de la vida, que nunca muere del todo en nosotros, se dejaba sentir pujante en ,muchos corazones, y había quienes ya s6lo pensaban ,en gozar, divertirs,e, pasarlo bien... , foe~a como fuese, honesta o desho– nestamente, sin ley ni freno, hasta hartarse, hasta cansars-e ... Sabía el P. Hdel que ni sus ,muchachas ni sus muchachos podi'.an resultar del todo insensibles al ambiente de aquellos dí.as, con sus espectáculos, con sus verbenas, con su pwmiscuidad multitudinaria, con su música, saturada no pocas veces de ex– cesivo sentimentalismo ,o de sensualismo demasi,ado pegajoso ... Y porque lo sabfa, no podía deiar ,de temer por ellos, máxime por los chicos, cuyas ,aipetencias eran más fuertes, y ,que estaban peor preparados para la 1 lucha. «A coger el trébole, el trébole, el trébole, a coger el trébole la noche de San Juan,

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