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TEMPORAS DE PRIMAVERA 115 qms1era por eso .pedir1le algunas ex;plicaciones, pero será meJor dej,arlo ,para otro día, ¿ no le parece? --Sí ; mejor será dejarlo para ,otro día, por:que la charla de hoy se va alargando bastante. -Dígame con sinceridad, Padre, ¿,no ,cree usted que eso de vivir internsamente :para Dios tiene que r,es:ultar bastante soso, demasiado aburr:do ? -,Eso parece hasta que se ;prueba. Ya San Agustín hizo la observación de que las cosas d,e,J mundo, cuarndo no •se tienen, despiertan apetito, deseo, y ouando se alcanzan, no tardan en causar desilusión o f.astidi.o; las cosas de Dios, en .cambio, que de lejos resultan muy ,poco apetecibles, cuando llegan a g,us– tars-e despiertan un hambre •cada vez rmayor. Dios tiene una ma– ravillosa oanción ip,ara cad,a alma; pero Dios no ((Se entrega» f áoilmente : se hóce desear y huscar ;por ~argo tiempo ; como el marinero del romance del conde Arnaldos, podría repetir El: ce Y o no digo mi canción sino a quien conmigo va.>> ))Todo lo que ,es necesario haoer para vivir al alto estilo que Dios quiere, no se puede hacer uen frío)); se necesita tener el poderoso ,aliento del Esipíritu de Dios, que ,es Espíritu de Amor, el mismo Amor, mcreado y subsistente. -¿ Y .no se puede compaginar todo eso del vivir para Dios ,con un. moderado disfrute de las ,cosas de la .tierra? , -Tal disfrute estará r,eñido con un auténtico vivir ;para Dios, si se busca por sí mismo. La doctrina cristiana ha ,conside:l'ado siempre :como inmoral todo buscar ,e} gusto por el gusto, el goce por el goce, aunque sea en cosas o actos de suyo lícitos. Lícito es el comer ; pero si al hacerlo sólo se busca el placer de la co– mida, r~sulta ya un a,cto desordenado. Aquí abajo el goce o pla– cer que Dios haya juntado a ciertas cosas u oper,aciones tiene siempre razón de «estímulo» o «medio)) para mejor lo.grar algún fin ; pararse voluptuosamente en ,e,} goce sin atender al fin, será siempre un desorden de mayor o menor cuantía. ))H alma ,que quiera llegar a Dios no puede detenerse ~olo– samente en nada. L? cual no significa que haya de matarse aquí