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14.3 Oh dulce Pa:stora, tened compasión de todos los indios que buscan tu amor, Vos sois la Pastora que cuida a Jesús; cuida_ á estos indios que abrazan su cruz. Entr.e estos indígenas había un gobernador muy amable y obsequioso con los Padres, el cual les prove– yó de cera para decir la Misa y les hizo otros varios regalos. El Padre Santos, en recompensa, le regaló unos pendientes que él mismo le colocó, marchando el gobernador más alegre que una:s castañuelas. Cumptida la- ardua misión, regresaron los dos a Tucupita a fines de febrero, satisfechos del bien rea~ !izado en aquellas pobres almas.