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103 con que, los dos años de residencia €U Tucupita, visitó y evangelizó a los indígenas. Fué pcr estos motivos que le juzgó el hombre Fundador de la.Casa-Misión de Araguaimujo ... Antes de regresar el Excelentísimo señor Vicario para Tucupita con Fray Darío, y .en el mismo día de su llegada a la Estación, dejó instalado al misionero en el rancho del indio Torres. Torres era un hombre bueno, laborioso, entrado en años, unido según la Ley natural a una indiecita tan bondadosa como él, de la cual había tenido cinco retoños,· todos ellos bautiza– dos, en otra ocasión, por el Padre Santos. Sus prin– cipales ocupaciones .eran la pesca de morocoto y la agricultura en pequeña escala, y con métodos comple– tamente rudimentarios. En su rancho no se padecía hambre . ni se gozaba de las comodidades y abundan– cia propias de las gentes civilizadas. "Así que llegamos, escribe el Padre Abelgas, y sacamos la caja de los ornamel}tos y otra cajita en que llevaba mi chinchorro, me fuí con Fray Darío por detrás del rancho del indio Torres, y cuando compren– dí que nadie ,me veía sino .el Hermano, me 111ostré en tierra y la besé, dando gracias a Dios por haberme concedido la dicha tan grande de vivir entre infieles, de mí por tanto tiempo deseada y pedida" (35). Una semana, aproximadamente, :p.ermaneció nues– tro Padre Santos en el rancho del indio Torres, en cu~ yo lapso de tiempo se dedicó, con algunos indios, a limpiar los alrededores del ranchito, que había de ser la primera vivienda de la Estación Misional de Ara– guaimujo, y la primera casa de los Capuchinos entre .]os indígenas. "Cinco días antes de la fiesta <le San José tenía (35) . Podre Carrocera, Ven Misionerill, año 19, pág. 262.
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