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102 Durante un mes recorrieron los caños .Mánamo, Río Grande, Sacupana, Araguao y Araguaimujo, y los ríos Amacuro, Cuyubini y Barima., llegando a los lími– tes de la República con la Guayana Inglesa. Se habló durante el viaje con algunos criollos diseminados por– los caños, se visitaron rancherías de indígenas, se· exa. minaron terrenos, :para así poder comparar y esta-– blecer, con conocimiento de causa, algunas Estaciones, tal vez, con desamiada premura acordadas en el Con– trato. Como resultado de las observaciones, se convino, en principio, fundar dos Centros Misionales: El prime– ro, en el estrecho caño de Araguaimujo; y el segundo, en el río Amacuro, para satisfacer los deseos del Go:. bierno Nacional que anhelaba colocar un Centro, en la frontera limítrofe con la posesión británica. Era el 10 de marzo del año 1925, es decir, nueve meses aproximadamente después de la toma de pose-• sión del Vicariato, cuando Monseñor Nistal, acompa– ñado del Padre Santos de Abe!gas y de Fray Darío de Renedo, partió de Tucupita en dirección del caño "Ara-• guaimujo", pernoctando la primera noche en .Macareo Santo Niño; pasaron la segunda en la boca del "Ara– guao", y el día 13 por la mañana, entre diez y once, llegaron a Araguaimujo, que dista unas tr:es horas de viªje en lancha, haciendo alto en el preciso lugar se– ñalado para la fundación, el cual era una p.equeña ha• cienda de cacao, abandonada, y solamente con una.:, cuantas matas, y un ranchito pobre, exiguo y destar– talado. ¿ Por qué Monseñor Nistal fijó los ojos en el Pa– dre Abelgas para colocarle como Piedra Angular en el primer centro misional? El Pa.dre Santos había sido súbdito suyo en Cuba: le conocía, por consiguiente, a fondo; sabía de su espíritu de abnegación y de sacrifi– cio ; del celo por la salvación de Jas almas; del amor

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