BCCCAP00000000000000000000749

indudablemente, una obra de progreso, de justi– cia social y ¡de caridad cristiana! Célebre se hizo entre los españoles del si– glo XVIII cierto epigrama de Juan de Iriarte: «El señor Don Juan de Robres, con caridad sin igual, hizo este santo hospital, y primero ... hizo los pobres». ¡Cuántas veces se habrá repetido la historia! No está mal ver de remediar «a posteriori» Jos males que se causaron «a priori». Pero estará mucho mejor no empezar haciendo males. Y aún muchísimo mejor, aplicarse a quitar las causas de que tales males existan... Aplaudamos, pues, a las excelentes personas que se ocupan de los prójimos necesitados. Pero aplaudamos otro tanto por lo menos a las que se ocupan de poner los medios de que cada vez haya menos prójimos en necesidad. 332

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz