BCCCAP00000000000000000000749
,<le su~ dones. Bienaventurado el que da, según lo que está mandado: estará sin pecado ante Dios. »Por el contrario, ¡ay de aquel que recibe! Por– q_ue, si estando verdaderamente necesitado, reci– be, nada hay que reprocharle; pero, si no necesi– tado, recibe, dará cuenta: por qué ha recibido, y para ~ué... , y, metido en prisiones, será cuidado– samente examinado, y no le soltarán hasta que restitt.:.ya el último ochavo. »No quieras alargar tu mano para recibir, y re– traerlcc para dar... Para dar no dudes, y no acom– pañes con murmuraciones lo que das: sabrás así quién es el buen pagador de tus dones. No recha– zarás al indigente, sino que en todas las cosas co– municarás con tu hermano, y nada dirás que es exclusivamente tuyo, pues si habéis de ser com– pañeros en los bienes inmortales, ¿no es justo que empecéis siéndolo en los mortales?» ¿Ha cuajado la Humanidad nueva, que augura– ban estas «nuevas palabras»? 317
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz