BCCCAP00000000000000000000749

No podrán comprenderlo; pero es cierto que con• viene -que les conviene- que El se vaya. Los planes del Padre son siempre maravillosos, están por encima de todo, y sólo desde ellos, desde su altura, pueden verse y disponerse adecuadamente las cosas. Sí, El se tiene que ir; pero ¡todo está previsto! Ellos no quedarán sin amparo. Cuando ya no esté El, «paráclito» visible, llegará Otro (Jn 14, 16), que será el «paráclito» permanente e invisible, tan misterioso como eficaz: Este les llevará a la plenitud de todo lo que El mismo ha comenzado; plenitud en cuanto a la doctrina y plenitud en cuanto a temple para vivirla y comunicarla. Pero ¿y la realidad poderosa y adversa, que de momento se alzará con la victoria sobre su Maes– tro y Señor? El nuevo Paráclito les dará toda fuerza para resistirla e incluso superarla, en el nombre del mismo Jesús. El mundo no podrá contra ellos: con fuerza y con luz podrán descubrir y procla• mar ante todos el sentido de la desconcertante muerte, de la humillante «derrota» del Maestro y Señor, con lo que dejarán confundido al mundo ante el misterio divino que se realizó en un acon– tecimiento tan escandaloso a primera vista... Gracias al Espíritu Santo (el nuevo Paráclito que van a tener), podrán ellos, los tan cortos de facultades, dejar humillada a la realidad poderosa y adversa -el múltiple Enemigo que se llama Mundo-, con la demostración acerca de un Pe• cado, de una Justicia, de una Condena. De un Pecado: el más grave del mismo mundo, que consiste en no haber querido creer en Aquel 298

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz