BCCCAP00000000000000000000749
cuanto a lo que cree y enseña. Es él, la antítesis de tanto hombre u hombrecillo «intelectual», con– tinuadores de Pilato en su famosa «salida»: ¿Y qué es la verdad? -Usted, Pablo, ¿no ha dudado nunca? -En lo que de verdad importa, no. Escribí un día a los de Galacia: «Si un ángel del cielo viene a deciros cosas contrarias a las que yo os he en– señado, no le creáis, y lanzadle el anatema.» Tam– bién a nosotros nos asedian a veces problemas y ansiedades, mas nunca nos domina el desconcier~ to. Y o sé muy bien a quién he creído, de quién me he fiado ... Le brillan los ojos de emoción al decir estas pa– labras. ¡Salta a la vista su hondísima convicción de que nada mejor ha podido acontecerle que ser asaltado y conquistado por Cristo y haberse entre– gado a El. Le pregunto ahora por su labor, y me contesta con una pasmosa sinceridad (que no tiene nada de jactancia, antes bien, yo creo que está transi– da de genuina humildad): -La gracia de Dios no se ha 111.alogrado en mí. He trabajado más que todos los otros apóstoles ... Esta es la verdad; pero también es la verdad que todo se lo debo a la gracia de Dios. Por esta gra– cia soy el que soy. He aquí un hombre soberanamente equilibra– do. Ve todo -y se ve a sí mismo, que es lo más difícil- en su exacta dimensión o perspectiva. Ni hinchazones de soberbia, ni actitudes de insince– ra humildad. ¡En la verdad plenamente! Quede en claro lo que es de Dios; pero no se niegue lo que de él ha salido. Aunque en último término ... 244
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz