BCCCAP00000000000000000000749
sin sosiego? Creyeron que su libertad se asegu– raba plenamente proclamando la insumisión a todos y a todo. ¿Con qué se han encontrado? Con la servidumbre del Desconcierto. La libertad es para poder tomar rumbos: ¿de qué sirve, si no se sabe a dónde ir? La libertad es para poder tomar, responsable– mente, actitudes: ¿de qué sirve, si se desconoce el por qué y el para qué de las posibles decisio– nes? Cuando el hombre «flota», sin saber a qué ate– nerse (casi siempre por no querer tener algo o alguien a que someterse), no queda más que la desesperación de no saber qué hacer ni si vale la pena de hacer algo. ¡Qué distinto todo, cuando llegamos a «con– centrarnos» y asentarnos sobre la única realidad que vale la pena, la realidad del Dios vivo! S. Agustín decía a sus fieles norteafricanos, ha– blándoles de la Ascensión: «Nuestro Salvador subió al Cielo: no andemos nosotros desasosegados en la tierra. Tengamos allí el pensamiento y aquí tendremos la paz». 215
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz