BCCCAP00000000000000000000747
PRIMEROS TRIUNFOS 75 comerciantes, multitud de curiosos. Primero, apa– reció Bonvillo con su mula enjaezada. Se detuvo muy ufano en medio de la plaza. Dejó en el suelo el canastillo del pienso. Miró en torno con arro– gancia. Sonrío despectivamente. En aquel mismo ins– tante llegó Fray Antonio trayendo la sagrada Cus– todia en sus manos. Resonó un murmullo entre la multitud de curiosos. Fray Antonio se paró ante la mula y quedó absorto en oración. Hubo un si– lencio impresionante. De pronto, la mula cayó de rodillas ante la Hostia santa en actitud de adoración, sin hacer caso de la cebada que le presentaba el amo. Al ver el nuevo milagro, un grito de entusiasmo resonó por toda la plaza. Aquel milagro fue el golpe de gracia con que el Santo dio por terminada la herejía en Rímini. Los herejes cayeron todos de rodillas, compungidos ante la Hostia santa. Las lágrimas fluían por todos los rostros. Bonvillo estaba confundido, anonadado. Después de adorar el primero al Santísimo Sacra– meñto y habiendo abjurado sus errores, se convirtió sinceramente a Jesucristo. Así, con estos resonantes triunfos, dio comien– zo Fray Antonio a su apostolado. El Espíritu de Dios habitaba en él y le impulsaba a trabajar incan– sable por pueblos y ciudades, a fin de ganar nume– rosas almas para el reino de Dios.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz