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Vl l)A- .:RELIGJOSA -. ·85 3a.-La devo<;ión al Santí$imo Sacram.ento y .a 1a _Strr,.a. Virgen.– La Eucaristía, fuente inagotable de vitalida•d religiosa,. es una de las de.: vociones características de la Orden Franciscana. El Serafín de Asís fué un loco enamorado de este divino Sacramento de Amor. El, .tan :pobr•e de hecho y <le afecto, no reparó -eQ .aconsejar, y hasta cierto pun– to preceptuar que, en nuestras iglesias, todo lo más rico y precioso.fuera para el Sagrario. Con semejante herencia, el Misionero Capuchino no ha podido menos. de ser t ambién un enamorado de J esús Sacramentado, y, por ende, propagar y fomentar todo lo posible esta eficacísima y con– soladora devoción . Por lo que ataiie a csla Parroquia, no solamente en la -predicación sagrada, sino también en el confesionario y en toda circunstaucia pro– picia ha sido la ~ucaristía tema obligado y ampliamente expuesto a los fieles. Ya en tiempos del P. Samuel se -exponía la Divinia .Majestad todos los domingos y Jias de precepto a la adoración de los fieles . Una vez que se establ~ció la práctica de los PRIMEROS VIERNES, se acordó en la primer:) sesión <lcl Apostola·do- de la Oración, año 11)25, que, tle acuerdo con el H. P. Párroco, se expusiera· durante todo el día en .los susodichos viernes, obligándose las socias del Apostolado a distribuirse las horas de adoración por tur,no y Coros. Más tarde, el H. P. Tc,más, en vista de la diflcult:)d de atender a to·das las horas, de terminú que fuera tan sólo durante· la tarde hasta las siete. hora del Santo Rosario. Igualmente suele exponerse durante los tres días de Carnaval, acostum– brandü hacerlo 'desde unos años a esta parte en el Oratorio del Colegio de la Sagrada Familia, por motivos de más respeto y menos peliaro ·de profanación. !\o deja de 8~1' digno d<: recuerdo cómo el día <le Jueves Sauto, dn– rante todo el <lía y la noche, los fieles acuden devotamente a cumplir con la Hora de Adoración, señalada ·de antemano por una Junta de Se– ñoras, ante el Monumenb, pudiéndose observar que, aún aquellos que ;on indiferentes en mate::-ia religiosa y algunos que están fuera de la Iglesia por sus doctrim1s o ideas heterodoxas, asisten también a la ado– ración; y ciertamente, no mov-idos por ningún r espeto humano, n i por menguados intereses, que no pueden caber. en ellos, sino por la devoción que tienen a J esús Sacramentado. Motiv.o abonado que nos confirma en ello, es la costumbre en no pocos hombres, que no asisten a otros oficios divinos, pero no pierden la bendición con el Santísimo los ,domingos. Los hemos conocido adve,!-'sarios tenaces de Th Religión, propagadores incansables de exóticas ideas, difamadores ·de profesión de la Iglesia y ' de su Clero, y, no obstante, rendir homenaje a J esús Hostia. Esta devoción a l a Eucaristía se manifiesta de mil maneras más, que no precisa referir, v. gr., en donaciones, prom.esas, Misas, etc., etc.
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