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de Ja Provincia de Cataluña. Háme inducido a ello el amor a la verdad, el afecto a mis hermanos de hábito, de patria y de labor, y el conocimiento experimental adqui– rido en las correrías apostólicas que durante quince años he verificado por estos campos de su herencia . 3.-LA SULTANA DEL YURUARY Fue a uno de estos pueblos remanentes, a la parro– quia de Upata, a donde me destinaron los Superiores para iniciarme en la vida misional. ¡La villa de Upata ! ¡La ciudad del Yocoima ! ¡La sul– tana del Yuruary ! Estos y otros calificativos no menos gloriosos osten– ta la población que entonces era sede del Vicario Apos– tólico de la Misión del Caroní. Fundada por los Capuchinos catalanes en 1762 con familias netamente españolas -y en esto se diferencia de los otl'OS pueblos, que lo fuel'On con indígenas reduci– dos a vida civilizada-, aparece ya desde un principio en la categol'Ía de «v.illa», si hemos de dar fe al documen– to de erección que se guarda en el archivo parroquial de la misma. j La villa de Upata ! Graciosamente sentada en la herradura que forman los montes del Corozo, S:mta María y la Carata, es abas– tecida de agua por el río Yocoima, que en invierno se adentra hasta las casas y en verano con dificultad se halla una gota en sus mismas fuentes. ¡La ciudad del Yocoima! Finalmente, es la más aristocrática, está en todo el centro y fue en otros tiempos la más importante de las poblaciones de El Interioi- de Guayana, que también se llama región del Yuruary, por ser este río el principal que 34
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