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244 P. PIO M.ª DE MONDREGANES, O. P. M. CAP. al Corazón de carne de Jesús, como símbolo expresivo del amor (3). ARTICULO II SIGLOS XI-XV (Desde el 1000 hasta el 1500) Del siglo x en adelante, en los escritores de espiritua– lídad se nota ya una tendencia más marcada hacia las ideas cristocéntricas. Los elementos para una devoción especial al Sagrado Corazón se van determinando más, pero no se manifiestan en fórmulas aún concretas y claras. En esta corriente de devoción y afecto hacia la huma– nidad de Jesucristo tuvieron mucha influencia algunos escritores célebres de aquellos tiempos. Entre ellos pode– mos indicar a San Alselmo (t 1109), nativo de Aosta y arzobispo de Cantorbery, distinguido teólogo de su tiempo, tanto por su profunda inteligencia como por su tierno corazón. Entre las muchas obras escritas se en– cuentra una de mucha originalidad que se titula: Cur Dl!!us Romo? San Anselmo contemplaba devotamente la Pasión del Señor, en la cual, además de las penas que sentía por los sufrimientos del Salvador, gustaba, al mismo tiempo, de dulzuras inefables. Quid mente suavius ruminatur? Quid dulcius gustatur? Quid laetius cogitatur? (4). Se compadece de los dolores del Redentor ; pero al (3) Cf. A. RAMÓN, S. J., Histoire de la dévotion au Sacré Coeur, t. II, cap. III, págs. 59-82, París, 1924. (4) P. L., 158, col. 771, Med. XII.