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218 P. PIO M.ª DE MONDREGANES, O. P. M. CAP. destierro vendrá la patria. Tenemos la esperanza de lle– gar al término de nuestra peregrinación y poseer y gozar del objeto de nuestra felicidad, y que nuestro gozo nin– guno nos lo podrá arrebatar. Pero los ateos, los incrédulos, los infieles, que carecen de fe y de esperanza, no pueden tener ese consuelo. De ahí que no pocas veces a las grandes tristezas y penas si– gue la desesperación y el suicidio. Jaculatoria. Pidamos al Corazón de Jesús que nos consuele en las tribulaciones con la firme esperanza de las eternas recompensas. 28 COR JESU, VITA ET RESURRECTIO NOSTRA Miserere nobis. CORAZON DE JESUS, VIDA Y RESURRECCION NUESTRA Ten misericordia de nosotros. Reflexiones l. Jesús, Buen Pastor, hablando de las ovejas del rebaño dice ; (<Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante» (112). En otra ocasión dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (113). Jesús, para que (112) Jn., X, 10. (113) Jn., XIV, 6.