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dijo al enfermo: "Si bien esta vida no os ha resul– tado penosa, conviene, no obstante, que os resig– néis a dejarla." "Sin duda-replicó el enfermo, con los ojos serenos y con la voz animada-, todas las cosas deben pasar en este mundo. Este crucifijo y este libro me han enseñado a vivir como buen cris– tiano; ellos me ayudarán también a morir cristia– namente. Doy gracias a Dios, que me dió la vida temporal, y espero en su misericordia me dará tam– bién la vida sempiterna, viviendo con El para siem– pre en el cielo. Se aproxima el momento. Dame los auxilios de la Santa Iglesia y moriré tranquilo, es mi único deseo. Jesús, por tu santa muerte, dame santa 1nuerte." Expiró co.mo un predestinado. Esto es lo que hace el crucifijo en el corazón dócil de los cre– yentes. . Coliseo reconsagrado.-Uno de los días más ale– gres de San Leonardo de Puerto-Mauricio fué el día de la erección del Vía Crucis en el Coliseo. Ob– tuvo de Benedicto XIV que aquel lugar se con– virtiera en un lugar de Óraci6n. El 27 de diciem– bre de 1750 una gran procesión de religiosos y amantes de Jesús y de María (la nueva Cofradía de San Leonardo) salió del convento de San Buena– ventura en el Palatino y fué, con solemnidad y pompa, al Coliseo, donde el Vicegerente de Roma bendijo las cruces, y toda la multitud hizo el pia– doso ejercicio del Vía Crucis. El Coliseo, antes pro– fanado, quedó reconsagrado. También nuestro co– razón, profanado por los pecados, debe ser de nue- - 280 -