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multánea o sucesivamente en número menor de la mitad. 3. Si las cruces se quitan de unos cuadros y se ponen en otros nuevos en el mismo lugar de colocación no hay mutación sustancial. 4. Si falta una o dos cruces del lugar de co– locación por un motivo justo; v. gr., para arre– glar o decorar el muro, etc., se puede hacer el ejercicio y ganar las indulgencias. 5. Si las cruces se cambian de una capilla. a otra, en la misma iglesia; no si es en otra. iglesia. Como regla general, cuando el lugar se puede considerar el mismo. En caso de duda real, recurrir a la Santa Sede o hacer otra erec– ción. 6. Si una iglesia fuere destruída o reedifi– cada en el mismo lugar y con el mismo títu– lo (9). 7. Para poder ganar las indulgencias es ne– cesario que las cruces estén colocadas en sus puestos visibles y elevados. Las cruces pueden colocarse sobre o bajo el cuadro, adheridas o separadas. Colocarse a una cierta distancia, se– gún las condiciones del lugar. Si se ponen fuera del templo, conviene em– pezar por la iglesia y que termine en ella. El lugar donde está erigido el Vía Crucis no debe usarse para cosas profanas. Si alguna cruz se rompe o se pierde debe ser sustituída, basta que no sea la mayor parte ro, Cfr. Can. 924. - 117 -