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••• • Justicia sublime, ley suprema y sabia, que no distinguía cuando sentenciaba si el reo era lobo o era linfa clara. Sayal de ceniza, bordón peregrino y agrestes sandalias, misericordiosas manos de azucena y de luz de alba: iDios quiera que pronto volváis a este mundo, que hacéis mucha falta! EL SANTIAGUERO ¿ A dónde vas romero por la calzada? -iA dónde vas hormiga par la cañada, hormiga en el sendero del hormiguero? -Que yo no soy romero, soy santJllguero. A Roma van p-:Jr tierra. Yo miro al cielo. Va la luna conmigo descalza. Y sigo. -Voy al final del mundo q:.;e ya se acaba: cangilón de la noria y alba de gloria. GERARDO DIEGO (Español) ••• Pe:-o luego, entrando dentro de sí bajo la inspiración divina, comenzó a reprenderse en su corazón: "Eres demasiado soberbio, herma:::10 Maseo, al juzgar las obras divinas, y mereces el infierno por tu indiscreta soberbia; porque ayer hizo San Francisco tan san– tas acciones, que no hubieran sido más admirables ni las hubiera hecho un ángel de Dios, Por lo tanto, aunque te mandase tirar piedras, deberías obedecerlo; lo que él ha hecho en este viaje ha sido efecto de la bondad divina. 117 • ••