BCCCAP00000000000000000000713

1 ••• Al lado de aquellos excelsos varones, iqué hará el buen leguito, por ser grato a Dios? Y con santa envidia murmuran ws labios: "iFray Andrés! iFray Tomás! .'Frav Zenón!" Y sus ojos buscando respuestas, para aquellas dudas de su corazón, se hunden en la tarde que muere; sangrando los últimos rayos bermejos del sol. Todo es paz y orden. Unos tordas vuelan con pausados giros. Camina un pastor. Gime una carreta. Corre un arrovuelo. iTodo deletrea como una oración! iLa oración de las cosas sencillas que obedecen humildes a Dios! Y el buen lego descifra en su alma la revelación del arroyo, los prados, las flores, las nubes, las hojas, las aves y el sol... iTodo cumple su fin mansamente! iTodo sigue un mandato de amor! iE/ llano lo mismo que el pico empinado, que no está por eso más terca de Dios! Y el buen frailecito siente que en el alma se le ha entrado un rayo, muy cláro, de sol. De pronto, recuerda que es tarde y ya es hora de limpiar los platos de la colación. Y apretando el paso, con simple alegría, corre que te corre... iQué más oración que el ir mansamente por la veredica, con el cantarillo, bendiciendo a Dios? ••• El hermano Maseo comenzó a dar vueltas sobre sí mismo, y tantas dio, que cayó varias veces al suelo por el vértigo de la cabeza, que es común en semejante juego; pero como San Francisco no le decía que parase y él quería obedecer puntualmente, volvía a levantarse y seguía dando vueltas. Finalmente, cuando giraba más aprisa, dijo San Francisco: 105 • •

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz