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cional en aquellos tiempos en que la piedad popular embarga– ba los espíritus de las gentes sencillas de los pueblos, y los padres de familia eran conscientes de educar a sus hijos en las verdades de la fe. El conocimiento de los capuchinos, que goza– ban de gran prestigio en la provincia de León, debió influir en sus motivaciones para abrazar el estado religioso. Con los conocimientos primarios adquiridos en la escuela de su tierra natal (1946-1952) y a punto de cumplir los doce años de edad, se traslada al colegio de El Pardo para iniciar el ciclo de humanidades. Aquí permaneció hasta 1958. Al iniciar el noviciado en Bilbao, el 14 de agosto de 1958, se le impuso el nombre religioso de fray Ismael de Valdealcón, como recuerdo de su padre; pero fueron pocos los años que lo utilizó. Su profesión de votos temporales tuvo lugar al terminar el noviciado, en Bilbao. Desde 1959 a 1962 cursó los estudios filosóficos en el cole– gio de la Serna, situado en la población de Santa Marta, cerca– na a Salamanca, donde también emitió la profesión de votos perpetuos el 15 de agosto de 1962. Prosiguió la carrera eclesiás– tica con la teología en León y, una vez finalizada, recibió la ordenación sacerdotal el 26 de marzo de 1966. Obtuvo la licen– ciatura en teología pastoral con los estudios realizados en la Universidad de Comillas durante el curso 1966-1967. Posterior– mente asistió a cursos de lengua francesa en la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid, donde obtuvo la titulación correspon– diente y su capacitación para enseñar esta asignatura en el cole– gio-seminario de El Pardo. El ejercicio del ministerio sacerdotal del hermano. Ángel se resume en dos etapas bien diferenciadas: diecisiete años como profesor en el Seminario Seráfico de El Pardo y, el resto de su 485