BCCCAP00000000000000000000709

1 Enero .· Así compendia la revista Venezuela Misionera las circunstancias de su fallecimiento: «El hecho ocurrió cerca de la población de Temblador. ?.Motivo? La explosión de un caucho y la reacción automática inmediata de frenar (qui– zá demasiado rápidamente) hicieron a Fr. Santiago soltar el volante y salir despedido a través del parabrisas, que se hizo añicos sembrando de minús– culas partículas, como de estrellitas, el camino por donde salió volando, despedido como a una distancia de treinta o más metros hasta un guayabo, donde cayó como muerto. Fray José Manuel Teja, que lo acompañaba, no salió de la camioneta, que dio tres vueltas y le produjo contusiones ge– nerales. Llevados de urgencia al hospital de Temblador, desde allí dieron aviso a Tucupita. Fray Santiago fue transportado de nuevo en una ambulancia hacia Maturín, pero falleció en el camino. Allí, hecha la autopsia regla– mentaria, el P. Domingo del Blanco se encargó del arreglo del cadáver y de su traslado a Tucupita. Lo acompañaron el P. Felipe, que ocasionalmente se enteró del accidente estando en Barrancas, y Fray José Manuel. En Tucupita había una gran multitud esperándolos. Se había prepa– rado la Sala de Cursillos para el velatorio y allí se acomodó el cadáver; toda la noche hubo desfile de personas, que vinieron a rezar por él. Durante la mañana permaneció en la misma sala; pero a mediodía fue trasladado a la iglesia. Desde las primeras horas de este domingo comenzaron a llegar de las Misiones y de otras partes: de Guayo llegó el P. !sacio con tres religiosas; de Barquisimeto, el P. Valentín, antiguo párroco; de Araguaimujo, Mons. Argimiro, el P. Damián y algunas Hermanas; de Maturín, Mons. A. J Ramírez con el P. Domingo del Blanco; de Caracas, la Superiora Provin– cial de las Terciarias Capuchinas y el diputado Sr. Guerrero. La misa exequial se comenzó a las cuatro de la tarde, presidida por los dos señores Obispos, con quienes celebramos ocho sacerdotes. Mons. Argi– miro predicó la homilía y Mons. Ramírez dirigió la palabra cálida y pe- 64